Así lo desvela estos días el diario independiente “South China Morning Post”, quien ha conseguido que un directivo de la televisión estatal china CCTV admitiera que los periodistas chinos y locutores de los JJ.OO. en el canal ya sabían que Liu llegaba lesionado, pero fueron obligados a callar.
Liu, en efecto, apareció en la línea de salida, aparentemente relajado, y lo ocurrido después ya es historia. Tras caer estrepitosamente en la primera valla de la primera serie, acabó brindando una de las imágenes de los Juegos al recorrer simbólicamente a la pata coja los 110 metros de la carrera y besar la última de las vallas.