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La oleada de sanciones por dopaje que azota a los corredores de Kenia mantiene en un estado “Preocupante” a Uhuru Kenyatta, presidente de Kenia, quien habló durante la reapertura oficial del Estadio Nacional Nyayo, el cual estuvo cerrado durante tres años."Hemos tenido casos de consumo de productos ilícitos entre nuestros deportistas y aunque estos casos no son numerosos, sí que son preocupantes", aseguró el presidente del país africano al portal de noticias Tuko.

Admitió que la reputación del país estaba siendo dañada por los atletas que dan positivo por sustancias prohibidas. Kenyatta trató de quitar hierro al tema pero lo cierto es que el número de atletas kenianos sancionados por dopaje por la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU) asciende ya a 66, una cifra realmente escandalosa.

El último en sumarse a esa lista negra de tramposos es el maratoniano Patrick Siele, que llegó incluso a saltarse una valla para evitar un control antidoping fuera de competición.

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2019 en Kapsabet, cuando unos testigos vieron huir a Siele, de 24 años, de los dos oficiales de control de dopaje (OCD) que habían acudido a recoger una muestra de su sangre.

Su sanción, conocida el pasado jueves, ha sido de tres años y medio después de que la AIU la redujera en seis meses por una pronta confesión y tras tener en cuenta su inexperiencia.

La AIU explicó que era su primer control fuera de competición y que "su relativa falta de educación antidopaje" pudo haber contribuido a un "error de juicio".

Campeones olímpicos y mundiales

Siele es un atleta modesto. Su mejor resultado es el sexto puesto en el Maratón Internacional de Shanghai del año pasado con un tiempo de 2:10:42. Además, en 2018 ganó los maratones de Agadir y Bucarest. Siele podrá volver a competir el 15 de septiembre de 2023.

El problema es que entre los otros 65 atletas kenianos que ahora mismo están sancionados por dopaje hay campeones olímpicos y mundiales como Jemima Sumgong (oro en el maratón de Río 2016), Wilson Kipsang (ex plusmarquista mundial de maratón), Asbel Kiprop (triple campeón del mundo de 1.500) y Elijah Manangoi (campeón del mundo de 1.500 en Londres 2017).

El escándalo ha alcanzado tal dimensión que la AIU ha aumentado sus controles sobre los atletas kenianos, aprobando para ello un nuevo programa de lucha contra el dopaje este mismo mes.

El problema subsiguiente es de recursos y medios. En Nairobi hay un laboratorio autorizado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que analiza parámetros relacionados con el pasaporte biológico, que son relativamente sencillos.

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