No, a esta zapatilla no le falta un trozo. Sus creadores, los investigadores en biomecánica, diseñadores, podólogos, fisioterapeutas, abogados, periodistas y entrenadores de atletismo que componen la startup español FBR, la diseñaron así, prescindiendo estratégicamente del talón. "La idea surgió hace cinco años, después de leer 'Correr con los keniatas', de Adharanand Finn.
El autor, periodista y 'runner', vivió durante unos meses en Kenia junto a atletas y entrenadores para investigar por qué ellos corrían más que nosotros y se lesionaban menos", rememora Franc Beneyto, director del proyecto y entrenador de atletismo. En el libro se relata que "los africanos, al correr descalzos, han desarrollado una técnica muy depurada y natural, sin apoyar el talón, de tal forma que aprovechan la energía elástica generada en cada apoyo en el tendón de Aquiles, arco plantar, sóleos, gemelos, etc. Y ésta les catapulta en cada zancada, permitiéndoles correr de manera mucho más eficiente", añade.
Finn también aludía en su obra a la corriente minimalista que aboga por volver a lo que había en el mercado antes de los años 70, a trotar con zapatillas sin apenas amortiguación, e incluso descalzos para recuperar la técnica de carrera y no cometer ese gran error que marca, especialmente, a los corredores populares: el taloneo. "Caer sobre la parte trasera del pie no es lo más natural, ni por supuesto, lo óptimo".
Fuente: www.elmundo.es