Camille Herron es una mujer con una resistencia a prueba de hierro. Porque batió el récord mundial femenino de 24 horas corriendo alrededor de una pista en la Desert Solstice, una dura carrera que se hizo el 9 de diciembre en Phoenix (Arizona). Herron hizo 262 kilómetros (162.9 millas), algo que supone dar 655 vueltas a los 400 metros de tartán. Un suplicio para la mente en el que Camille, de 37 años, fue la más fuerte entre hombres y mujeres y ganó la competición absoluta.
Herron, que ya había sido campeona mundial de 50 y 100 kilómetros, hizo la gesta sin dormir, desafiando los límites del ser humano. “Correr de noche me hizo enfrentarme a solucionar otros problemas a los que no te sueles enfrentar”, contaba en una entrevista a la BBC Herron, que decidió no parar durante todo el día: “Atraviesas un período en el que tu cuerpo quiere dormirse, me adentré en lo desconocido. Para mi sorpresa, no fue algo tan monótono. Había mucho drama en la competición”.
Camille reconoce que hubo momentos en los que se sintió “zombi”. “Hubo momentos en los que estaba como en un trance y los que me ayudaban fueron a un bar y me compraron una cerveza y dos tacos para agarrar sustancia”. Herron, que también bebió Coca Cola quemó 10.000 calorias y gastó tres pares de zapatillas, según cuenta en el reportaje de la BBC esta corredora que comenzó en la maratón (tiene 2h 37:41), inspirada en Bill Rodgers, el icono americano de las carreras de asfalto en los 70 y los 80. Sin embargo, a Camille le tiraba el ultrafondo.
En cuanto a la preparación, Herron relata que al principio intentó a hacer tiradas más largas de las que solía hacer en maratón, pero, sin embargo, eso le hizo acumular fatiga y volvió a los mismos planes de los 42.195 metros. Así batió a todos los hombres de la cita: “Siento que compito contra mi misma, pero enfrentarme a hombres top me hace subir el listón”. Su sueño, que la distancia sea olímpica. Una mujer de éxito, que bate a los hombres con tacos y cerveza.
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