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El legado de Haile Gebrselassie en el mundo del atletismo es innegable e inmortal. Dos veces campeón olímpico en los 10.000 metros (Atlanta 1996 y Sidney 2000), y récordman mundial de maratón en más de una ocasión, es considerado por muchos como el mejor corredor de la historia (título ahora discutido por Eliud Kipchoge).

Conocedor del impacto de su figura, y con mucha experiencia a cuestas, hace dos años Haile asumió la presidencia de la federación de atletismo de Etiopía, su país natal, con la idea de colaborar en su desarrollo y sanear algunas estructuras de dopaje que se habían instalado.

El detonante de su decisión ha sido el comunicado de los atletas quejándose de la falta de instalaciones y servicios por parte de la federación durante el Oromia Region cross-country en Sululta (Etiopía).

Principalmente, le reclamaban mejores instalaciones de entrenamiento, mayor seguridad en las competencias y un criterio más claro a la hora de conformar los seleccionados para participar de competencias internacionales.

Otra de las razones que lo llevó a tomar esta decisión fue en un torneo disputado a mediados de noviembre del año en curso , los atletas se negaron, en modo de protesta, a darles la mano a los oficiales durante la ceremonia de entrega de medallas.

Este gesto fue el que motivó a Haile a tomar la determinación de renunciar a su cargo, ya que entendía que la situación había tomado un rumbo que no sería capaz de encaminar.

En su reemplazo quedó Derartu Tulu, quien también fue campeona en 10.000 metros en dos Juegos Olímpicos consecutivos (Sidney 2000 y Atenas 2004).

www.atletas.info

 

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