"Jamás pensé que llegaría a ser campeón del mundo del triatlón", reconoce sonriendo Daniel molina. En realidad, jamás pensó que acabaría dedicándose al deporte y menos, tras el accidente que sufrió en mayo de 1997.
“El deporte me salvó la vida. Me ayudó a superar mi discapacidad, a llevarla mejor. Cuando estoy entrenando o compitiendo no me acuerdo de que me falta una pierna", confesó Molina. Estas declaraciones las dio a conocer a el diario online MARCA. Ha llegado hace unos días de Gold Coast (Australia), donde revalido el título de campeón del mundo por segundo año consecutivo. Lleva desde mayo de 2016 sin bajarse de lo más alto del podio, desde las Series Mundiales de Yokohama. Desde entonces ha ganado dos oros mundiales, dos europeos y dos campeonatos de España.
Molina sufrió un accidente en su moto a la edad 22 años cuando un automóvil se saltó la señal de ceda el paso, donde se le destrozó la pierna derecha y los doctores no pudieron salvarla y tuvieron que amputarla por debajo de la rodilla. “pero se puede vivir sin una pierna y tener una vida plena al cien por cien” dice. y él puede ser el mejor ejemplo de eso. Los médicos le dijeron que había tenido mucha suerte y él realmente se siente afortunado. "Me cambió la vida completamente, pero yo siempre digo que fue para mejor porque con 22 años andaba un poco perdido y el accidente me colocó en mi sitio", dice convencido.
Su vida iba por otro camino hasta que el destino le puso a prueba. Tuvo que pasar por 14 operaciones. "Los primeros 10 ó 12 días estuve más en el quirófano que en la habitación del hospital", cuenta. Tardó cerca de dos años en volver a la normalidad. "Me tuvieron que operar de la rodilla y al principio tenía problemas con la prótesis",
Tras el accidente llego a pesar 100 kilos, los que pudo bajar gracias a su maestra de natación, producto de su tenacidad y fuerza de voluntad, logró participar en los juegos paraolímpicos de Atenas del 2004 donde asegura le fue fatal, pero lo recuerda con mucho cariño, también retomó el esquí acuático y el windsurf y, con 25 años y una sola pierna, se inició en el esquí, hoy gracias a su ortopeda que le ideo una prótesis puede montar bicicleta. "Se ha hecho mejor competidor. Es muy buen nadador y aprovecha esa ventaja que saca al resto para afrontar los otros segmentos. Hemos trabajado a nivel técnico y de fuerza las otras dos disciplinas. Fisiológicamente es muy bueno y ha asimilado bien las cargas y los ritmos. Es muy profesional y vive en una constante lucha de superarse a sí mismo", dice Daniel Rodríguez su entrenador desde hace 3 años.
Ser el mejor no le llevará a los Juegos de Tokio. Su categoría (PTS3) no ha sido incluida por el Comité Paralímpico Internacional. "Da mucha rabia saber que eres el mejor y que podrías ser campeón paralímpico, pero que nunca lo voy a ser salvo que cambie en París 2024 y yo aguante. Pero se puede vivir sin ir a unos Juegos y no voy a cambiar de deporte por ir. Soy triatleta y es lo que me gusta", dice con firmeza. Al no ser su categoría paralímpica, no tiene acceso a las becas del plan ADOP. "Es muy difícil vivir sin beca. Mi trabajo es entrenar y hacer de mánager", explica. Y sus patrocinadores no le han abandonado porque creen en él. Porque Dani es un ejemplo de deportista.
Fuente: http://www.marca.com/