Desde que empecé a correr siempre sentí la necesidad de entrenar con algún compañero o grupo. Sin embargo, la mayoría de los corredores de alto rendimiento les gusta entrenar solos. En mi caso, siempre ha sido esencial correr con un compañero; y esto, me ha causado inconvenientes ya que he dejado de entrenar por no correr solo. He leído que correr es un deporte netamente personal, ya que por entrenar con compañeros que son más rápidos o más lentos que nosotros, puede surgir lo que llamamos sobre-entrenamiento; o por el contrario, nos acomodemos a un ritmo más lento del que en realidad podemos llevar. Este análisis no es para que seamos unos corredores anti-sociales, sino para que aprendamos a disfrutar nuestra corrida cuando debemos hacerla solos.
Siempre he escuchado que debes de correr tu manera. Hay veces que sales con un compañero de entrenamiento a buscar un tiempo en común; lo hacen en el mismo período, pero con diferentes ritmos en cada kilómetro. Se encuentran en la meta tras haber realizado el mismo tiempo, pero no estuvieron en toda la ruta juntos. No es fácil conseguir a una persona con tu misma condición física y cambios, depende mucho de los esfuerzos realizados, ya que podemos sentir el mismo agotamiento pero no al mismo tiempo. Por ejemplo, alguien puede hacer una carrera de 10K, en 45 minutos y tener sus mejores ritmos en los kilómetros 7,8 y 9; sin embargo, otro corredor puede hacer el mismo tiempo y tener sus mejores ritmos en los kilómetros 4,9 y 10. A eso es que me refiero cuando digo que cada corredor es una carrera diferente.
El punto de vista del corredor solitario.
El entrenamiento es diferente en compañía. Si entrenas solo puedes hacer un rejuego, cambiar el ritmo, acelerar en las lomas y demás tramos de la ruta, ir acorde tu condición y estatus del momento (romper con la monotonía de ese día!), no tienes que llevar el paso fijo del grupo, puedes pensar en ti! Puedes, concentrarte en tu entrenamiento, disfrutar tu respiración y mejorarla; si estas en grupo, por el contrario, te sientes bien pero no puedes subir tu ritmo por el compromiso del grupo: ir en grupo es un poco limitante. No obstante, esto puede ser para bien o para mal, está el factor de: “hacerlo como se programó”, y el temor de no aumentar el paso y salirse del grupo, porque si tienes que reducir el ritmo de nuevo, no quieres ser foco de burlas (comentarios como: ohh ¿Y qué te pasó? ¿ te cansaste?). El grupo, te puede limitar a correr no más de la distancia hablada, y mantener ritmos “obligación” o de “superar el reto”; si nos toca correr suave porque el día anterior hubo un entrenamiento fuerte, pero tus compañeros puede aumentar su ritmo y tú te sales de tu entrenamiento, puedes encontrar una “lesión gratis” como dicen.
Suelo correr acompañado, pero ahora por cuestiones de horario me toca volverme un corredor solitario. Pienso disfrutarlo al máximo! Espero que este breve recuento sea de ayuda de los corredores solitarios y corredores en grupo, ya que cada uno tiene sus buenas características y al final correr que es lo más importante para nosotros!