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Por: Diana Mazara
diana@santodomingocorre.com 

Trepar por un muro vertical, cruzar equis cantidad de kilómetros con algún material pesado o bañarte en un charco de barro, son algunas de las travesías por las que puedes pasar si decides hacer una carrera con obstáculos. Esta extraña, pero vibrante disciplina en la que los participantes deben competir en un recorrido lleno de dificultades es la atracción de los corredores más extremos, donde ponen al límite su cuerpo y mente.

Las carreras de obstáculos destacan por su simplicidad en el funcionamiento. El único objetivo es llegar a la meta. La diferencia aquí es que, en esta competición estás constantemente luchando contra los obstáculos y demás elementos naturales. En este sentido los corredores o maratonistas, verán en esta modalidad una alternativa muy divertida y completa en la que, seguro, no echarán de menos nada. Combina perfectamente la naturaleza con una buena dosis de ejercicio físico.

De acuerdo con HSN Blog, nutrición, salud y deporte, las 5 principales pruebas en las carreras de obstáculos son las siguientes:

1. Acantilado:

Los mejores obstáculos son siempre aquellos que proporciona la madre naturaleza. Por eso, saltar por un acantilado para acabar aterrizando en el agua se convierte en una proeza casi divina. Los dos principales escollos que presenta esta prueba son la técnica de salto y el vértigo que produce un desfiladero. En el momento del salto asegúrate de mirar al frente en todo momento, saltar con los brazos cruzados y mantener las piernas estiradas.

2. Barro:

En casi todas las carreras el barro tiene un protagonismo especial. El principal problema que tiene es que ralentiza la marcha y te hace sentir más pesado. Ya sea gateando, corriendo o subiendo, el barro es un hándicap que sólo pueden soportar los auténticos guerreros. Igual que con el acantilado, con el barro la única solución posible es entrenar en una situación real.

3. Sacos de arena:

Este obstáculo consiste en cargar durante un tramo del recorrido un pesado saco de arpillera. Según la carrera y categoría del atleta, el saco puede ser más o menos pesado. Por lo general, rondan los 20 kg e, incluso, a veces, en lugar de un saco de arpillera debes levantar una rueda de camión o lanzar un peso lo más lejos que puedas. Cómo estabas imaginando, la única manera de entrenar esto es subiendo una montaña con una carga encima.

4. Monkey Bars:

Éste es un ejercicio de gimnasia que requiere de un control del cuerpo brutal. Debes sostener el peso corporal agarrándote con las manos a los travesaños de una escalera horizontal. De nuevo, según el tipo de carrera y categoría en la que participe el atleta, la distancia y tamaño de la escalera será mayor o menor. Para superarlo con éxito, el truco está en encontrar el balanceo del cuerpo adecuado para ir impulsándose entre las barras.

5. Muros de más de 2 metros:

Dicho en frío parece una altura bastante asequible pero cuando te plantas frente al muro te das cuenta de la hostilidad de la prueba. Para muchos corredores esta es, sin duda, la peor de todas ya que requiere de precisión y técnica. Además, si después de varios intentos, no lo consigues, la desmotivación y el bloqueo mental son total. Si bien es cierto que la altura es un factor clave, cualquier corredor puede franquear el muro si sabe cómo. Necesitas buen agarre de manos, musculatura de espalda, coordinación del tronco superior e inferior y, por supuesto, potencia en el salto.

Algunas carreras con obstáculos.

-Eternal Running Invencible:

Fue creada en Barcelona por Rubén López. Sus recorridos acogen una media de 15 kilómetros y 70 obstáculos: contenedores, telas de araña, zanjas de barro, alambradas, toboganes. También tienen categoría infantil, nocturna, spring y por sus circuitos han desfilado deportistas olímpicos.

-Farinato Race:

Creada en Salamanca. A los nacidos en esta población se les conoce como farinatos, idealizados y recordados como guerreros indomables, en ellos se basa esta carrera nacida en 2013. Los participantes deben superar entre 6 y 7 kilómetros de muros, pirámides, atravesar ríos sobre troncos de madera, murallas, fosos y contrafosos.

-Bestial Race:

Empezó en diciembre de 2014, en Gran Canaria, con una instalación medio urbana a la que acudieron 1.575 personas con ganas de sufrir y disfrutar. Aquí, se proponen los retos más inverosímiles. Cuentan con varias categorías, desde un kilómetro, para niños, hasta los 12 km de la Bestial T Rex, para los más bestias. Además, suman otras dos variantes, Bestial nocturna K-10 y una carrera de zombies, con más de 150 actores caracterizados.

-Spartan Race:

Nació en 2010, en Vermont, Estados Unidos y ya lleva más de 130 ediciones por todo el mundo. ¿Sus modalidades? Van desde los cinco kilómetros de la Sprint (20-23 obstáculos) hasta los 13 km de la Súper (24-29 obstáculos) y los 20 km de la Beast (30-35 obstáculos). Prometen cansancio y diversión a partes iguales. Los recorridos siempre son una sorpresa, pero todos tienen barro, agua, suelo irregular, colinas y superficies resbaladizas.

-The Mud Race:

Aterrizan por primera vez en España. Esta prueba se nutre de los entrenamientos militares del ejército de Estados Unidos. Los competidores deben superar una distancia de 13 kilómetros y 22 obstáculos donde lo que abunda es el fango. No es una prueba profesional, es más, recomiendan formar equipos de cuatro personas para compartir las risas y el lodo.

 

Referencias:

HSN BLOG, nutrición, salud y deporte.

Periódico El Mundo: Las mejores carreras con obstáculos.

 
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