Por Carolina Leiva
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El sueño de todo corredor es disfrutar del correr hasta el último día de su vida, pero ultimamente hay una epidemia de corredores lesionado. Es importante entender primero el concepto, una lesión según la Real Academia Española, es el daño o detrimento corporal causado por una herida, golpe o enfermedad. Para un runner esta definición no encaja ya que en su mayoría estas causas no han existido.
Una lesión para un runner es “algo muy malo” un golpe bajo, física y emocionalmente, ya que en general, esto conlleva a parar sus entrenamientos e inclusive a postergar un evento en particular.
Para minimizar los riesgos de aparición de lesiones en un deportista, es importante Conocer y escuchar, estas son dos premisas basicas para evitar lesionarse y no solamente contar kilometros y tiempo.
Conocer, los factores que intervienen cuando se corre, y conocerse a uno mismo, descubrir las sensaciones y saber lo que nos sucede mientras corremos.
Escuchar, nuestro cuerpo, ya que es muy sabio y siempre se esta cuidando, y, una manera de hacerlo es transmitiéndonos y avisándonos constantemente lo que sucede.
Existen varias circunstancias y hechos que pueden predisponer a la aparición de lesiones:
Entrenamiento: un 60%-70% de lesiones tienen relación con los errores en el entrenamiento, entre ellas, por ejemplo, la falta de descanso que se conoce como entrenamiento invisible, muchos runners no lo incluyen como parte de su rutina y eso les lleva a un exceso de carga que puede terminar en un síndrome conocido como “sobreentrenamiento” que esta directamente asociado al riesgo de lesión.
El género/anatomía: son varios científicos que han publicado listas de lesiones mas frecuentes en hombres y mujeres, por ejemplo, la lesión del tendón de Aquiles es más frecuente en varones y el síndrome paletofemoral (molestia en la parte anterior de la artoculación de la rodilla) en mujeres, tambien los pies hay que tenerlos muy en cuenta, ya que su anatomía es determinante en cuanto a las necesidades de calzado se refiere, hay que conocer el tipo de pie e investigar cual es la biomecánica de la pisada para el uso de calzado adecuado.
La alimentación: al ejercitarnos sometemos nuestro organismo a un desgaste que no siempre es compensado, y, es importante pensar en la recuperación tras el esfuerzo, si no nos alimentamos y nutrimos de manera adecuada, dificilmente tendremos la garatía de afrontar el esfuerzo realizado durante un entrenamiento, por lo tanto es importante una alimentación equilibrada y una suplementación que le permita a nuestro organizmo una correcta recuperación.
Existencia de lesiones previas: cuando un tendón, músculo o ligamento ha sido lesionado con anterioridad hay que cuidarlo para evitar recurrencia, uno de los errores que cometemos frecuentemente es que no le damos el tiempo completo de recuperación y volvemos a lesionarnos.
Uso de zapatillas: uno de lo elementos que marca la diferencia es el uso de un calzado adecuado, no solo adecuado a las necesidades anatómicas, sino también adecuado al terreno.
Psicología del corredor: nuestra concentración a la hora de realizar una acción siempre va a contribuir en el resultado, por lo tanto aunque correr es un deporte de socialización, debemos concentrarnos en la acción que estamos realizando.
Claves para evitar lesiones:
- Conoce tu cuerpo y escúchalo.
- Establece objetivos realistas a corto plazo.
- Utiliza los equipos adecuados.
- Trabaja con un plan de entrenamiento profesional.
- Realiza ejercicios de fortalecimiento.
- Cuida tu alimentación.
- Descansa.