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 Alberto Salazar, quien entrenó al cuatro veces campeón olímpico Mo Farah y a otros atletas destacados, fue suspendido cuatro años, como parte de un caso investigado por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA).

El organismo informó el lunes, en un comunicado, que un panel de arbitraje tomó una decisión sobre el castigo para Salazar y el endocrinólogo Jeffrey Brown, por varias infracciones, incluida la de poseer y traficar testosterona mientras trabajaban en el Nike Oregon Project (NOP), un centro donde entrenaban atletas de elite.

Entre los siete corredores que forman parte del equipo de Salazar, figuran la holandesa Sifan Hassan, quien ganó los 10.000 metros del Mundial de atletismo la noche del sábado y debe correr esta semana en los 1.500; y los estadounidenses Donavan Brazier y Clayton Murphy, cada uno compitiendo en la final de los 800 metros.

Brown realizó trabajo de consultoría para el NOP, y era médico personal de algunos deportistas.

La sanción de la USADA entró en vigencia el lunes, y la Federación Internacional de Atletismo revocó de inmediato la credencial de Salazar para los últimos seis días en Doha. La Unidad de Integridad de Atletismo, a cargo del antidopaje en el deporte, iba a notificar a los atletas entrenados por Salazar que no pueden estar vinculados con él debido a la suspensión.

En un comunicado divulgado por NOP, Salazar dijo que quedó sorprendido por el arbitraje y que apelará. Añadió que a lo largo de la investigación de seis años, tanto él como sus atletas “han sufrido un trato injusto, falto de ética y muy dañino por parte de USADA”.

“El ‘Oregon Project’ nunca permitió y nunca permitirá el dopaje”, dijo Salazar.

Hassan difundió un comunicado en el que señala que estaba al tanto de la investigación de la USADA cuando se sumó al equipo de Salazar y “siempre ha tenido una conciencia limpia, sabiendo que estamos siendo monitoreados al máximo por USADA” y la Agencia Mundial Antidopaje.

“Me pone triste que USADA hiciera el anuncio en este momento y afecta en mi participación en el Mundial”.

Una investigación de cuatro años por parte de la USADA comenzó después de que la BBC y ProPublica dio detalles de algunas prácticas de Salazar, incluidas infusiones de un complemento alimenticio legal, llamado L-carnitina, que supuestamente mejora el rendimiento atlético.

La cadena británica añadió que la maratonista Kara Goucher y Steve Magness, un exentrenador del NOP, figuraron entre los testigos que dieron evidencias en el caso. La USADA informó que había recibido información de 30 testigos.

La federación de atletismo de Gran Bretaña abrió su propia investigación sobre Salazar y dio a Farah, quien compite por ese país, el permiso para seguir trabajando con el entrenador. Farah se separó de Salazar en 2017, bajo el argumento de que quería volver a su país.

Salazar, nacido en Cuba, entrenó también a Galen Rupp, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de 2012. Rupp y Farah han negado vehementemente cualquier acto indebido.

La USADA informó que se había basado en más de 2.000 evidencias entre los dos casos, y que los procedimientos incluyeron 5.800 páginas de transcripciones.

“Los atletas en estos casos encontraron el coraje para hablar y exponer finalmente la verdad”, dijo el director general de la USADA, Travis Tygart. “Mientras trabajaban en relación con el Nike Oregon Project, el señor Salazar y el doctor Brown demostraron que para ellos ganar era más importante que la salud y el  bienestar de los atletas a quienes juraron proteger”.

www.diariolibre.com/actualidad/internacional.

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