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El atleta Dick Hoyt se convirtió en la inspiración de miles de deportistas en el mundo y quien alcanzó fama en el Maratón de Boston por empujar a su hijo Rick en silla de ruedas durante 32 ediciones de la carrera. 

Rick Hoyt, que ahora tiene 60 años, nació con una grave parálisis cerebral después de que su cerebro no recibiera oxígeno durante la labor de parto. Esto le impidió hablar. La cabeza y sus rodillas son las únicas partes de su cuerpo que puede mover voluntariamente. 

Dick corría con su hijo especial de una forma particular durante carreras, maratones e ironman. Muchas de ellas a ritmos impresionantes. Juntos inspiraron a miles de personas con discapacidad y a sus familias alrededor de todo el mundo. 

En 1977 Rick le dijo a su padre que quería que hicieran juntos una carrera de cinco millas en Westfield, Massachusetts. Dick, que no corría en ese momento, empujó a su hijo y corrieron toda la distancia, los cuales llegaron penúltimo lugar.

Después de esta carrera, Rick le dijo a su padre Dick: "Papá, cuando corro, siento que no soy discapacitado". Esto fue la principal motivación para que Dick se convirtiera en un atleta extraordinario. 

Aunque crear una fundación nunca fue la intención de Dick Hoyt, sus hazañas atléticas inspiraron a muchos y ambos fundaron la Fundación Hoyt en 1989 para ayudar a los jóvenes con discapacidades en todas las facetas de la vida cotidiana, incluido el deporte.

Lamentablemente Dick Hoyt presentaba algunos problemas de salud y en marzo del año 2021 murió a los 80 años de edad mientras dormía. 

Se instaló en 2013 una estatua de bronce Drick y su hijo Rick cerca de la línea de salida del Maratón de Boston en Hopkinton, Massachusetts donde permanece hasta el día de hoy. Dick siempre estará presente entre muchos atletas y amigos, pero sobre todo en el corazón de su hijo Rick Hoyt.

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