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Por Jorge Chaljub
jorgechaljub@gmail.com

Todos los corredores en algún momento, o en varios, nos enfrentamos al mismo monstruo, la desmotivación. El mismo monstruo que te hace cuestionarte si de verdad quieres seguir corriendo, si ya conseguiste lo que querías y ya no encuentras razón para mantenerte en este estilo de vida.

Uno de los momentos en que más aparece, aunque pueda parecer contradictorio, es luego de cumplir una meta. Luego de pasarte meses entrenando y preparándote para cumplir un objetivo de tiempo o de distancia. Quizás hacer tu mejor tiempo en 10 o hacer tu primer Medio Maratón.

Eso pasa por el enfoque. Ponemos el ojo única y exclusivamente en esa meta. Nos enfocamos tanto en ese solo objetivo que no pensamos cual será el siguiente paso.

A mí me paso luego de completar Punta Cana. Caí enfermo con dengue y durante dos semanas (incluso ya recuperado), no me tenia deseos de levantarme a correr. Simplemente no encontraba un motivo, una meta que me moviera.

Hasta que empecé a ver el calendario de carreras y me topé con el 5K One Way, faltando poco más de dos meses, es tiempo suficiente para buscar mi mejor marca en 5. Además, después de ahí ya sé cuál será la próxima meta.

Ya planteado el objetivo, no me ha costado más trabajo de lo normal salir a correr, inclusive bajo agua. Porque entendí que lo que nos mueve a los corredores son las metas.

Si no tienes una planteada y estas saliendo a correr “porque si”, no esperes a que ese combustible se te acabe y busca un objetivo que conquistar.

“La voluntad de conquistar es la primera condición de la victoria”, Ferdinand Foch

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