Síguenos en nuestras redes sociales

Por @JorgeChaljub

¿Quién no quiso ser nunca superhéroe?, tener una identidad secreta y llevar esa doble vida de trabajar como todos los demás y a partir de una hora pues ponerse la capa y salir a luchar contra el crimen.

Pues deje de buscar una araña radioactiva, o cualquier otra cosa y dese cuenta, si usted es corredor, que ya lo consiguió.

Lo que distingue a un superhéroe de los demás seres humanos, es su entrega y compromiso, además por supuesto que no son seres humanos común y corrientes, o más bien una frase familiar para los corredores, “no son normales”. Esas son de las pequeñas cosas que nos hacen sentir orgullosos como corredores, que nos llamen locos, que nos digan que no somos normales. Salir del trabajo para ponerte los tenis (tu capa) y salir a “comer asfalto”.

Que a todo el que tengas cerca y no corra, le intrigue y le dé curiosidad lo mismo. ¿Por qué hay que correr tanto? Pues vencer esos pequeños retos y esas pequeñas metas que nos planteamos como corredores, nos da la capacidad de aceptar y hasta gritar nosotros mismos de lo que nos acusan los demás… ¡No somos normales!

No somos seres humanos comunes y corrientes, eso nos distingue de las demás personas. Somos corredores, que cumplimos una meta y ya estamos pensando en la siguiente. Ese sentimiento de orgullo cuando nos llaman locos, esa sonrisa que se nos quiere dibujar en la cara cuando hablan de nuestra locura, es la que hace que nuestro orgullo sea distinto al de los demás.

Comparte esta publicación:



Buscar