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-La práctica intensa del running nos obliga a ciertos cuidados si queremos evitar las temidas lesiones

-Las lesiones en el pie son de las más habituales entre los corredores y si no se curan convenientemente dan problemas a largo plazo

HÉCTOR CASADO

En un artículo anterior explicábamos el origen de las lesiones que la práctica del running provoca en los corredores y las agrupábamos por "zonas" de lesión. Entre estas zonas, las lesiones en el pie figuran entre las más habituales, concretamente las localizadas en el tobillo: tendinitis del Aquiles y en la planta del pie: fascitis plantar.

La razón es que algunas de las articulaciones del pie soportan las mayores cargas y esfuerzos que origina nuestra actividad, especialmente al correr o saltar. Este esfuerzo, y la repetición de los impactos al practicar running, originan el estrés en los tendones y fascias y con éste las lesiones.

Algunas de las articulaciones del pie soportan las mayores cargas que origina nuestra actividad, especialmente al correr o saltar.

A continuación vamos a repasar la sintomatología, prevención y tratamiento de las lesiones en el pie. No obstante si usted es corredor y se identifica con alguna de estas situaciones le sugiero que se ponga en manos de un especialista que le ayude a corregir el problema cuanto antes.

Como hemos dicho en varias ocasiones, el deterioro progresivo y la acumulación de esfuerzo en una zona ya dañada tienen un efecto exponencial en el deterioro y agrava sustancialmente el daño producido. Por ello es fundamental atender a las señales de aviso. Generalmente las lesiones vienen precedidas de pequeñas señales de alarma, contracturas, calambres, distensiones... Si es usted un corredor, y especialmente si es joven -cuando el físico permite recuperaciones muy rápidas- no deje de atender a estos avisos, o de otro modo lo siguiente que escuchará será al médico explicarle que la práctica del running origina lesiones.

Fascitis Plantar

Las fascias son tejidos conectivos que envuelven músculos y órganos y que pueden llegar a inflamarse provocando dolor y afectando a la movilidad y funcionalidad del músculo. En el caso de las fascias del pie, recubren los músculos flexores recorriendo la planta desde el talón a los dedos. Amortiguan los impactos en la práctica del running y articulan y estabilizan el pie.

Sintomatología: Las lesiones en las fascias o fascitis se caracterizan por dolor en el talón, aunque a veces puede  aparecer o extenderse a la planta del pie. También se produce dolor a través de la palpación y al caminar de puntillas o sobre los talones.

Causas y prevención: el calzado y el sobreesfuerzo en la musculatura de la planta son los responsables más probables de las lesiones en la fascia. Para prevenir la fascitis o inflamación de la fascia, además de elegir el calzado más adecuado a cada pie es fundamental movilizar y estimular toda la musculatura involucrada en la pisada y la movilidad del tobillo.

Tratamiento: El hielo y los antiinflamatorios son un primer nivel de tratamiento. No obstante, las lesiones en el pie no son fáciles de tratar, cuando el hielo y los antiinflamatorios no sean suficiente la fisioterapia puede ayudar a estimular la musculatura del pie y corregir desequilibrios.

Tendinitis del Aquiles

El tendón de Aquiles es una de las estructuras que soporta mayor tensión al caminar o correr y en consecuencia resulta muy exigida con la práctica del running. En consecuencia la inflamación o tendinitis de éste es una de las lesiones en el pie más frecuentes y también una de las más pesadas de curar.

Sintomatología: las lesiones en el Aquiles se caracterizan por dolor localizado en el tendón, especialmente en frío, después de descansar o al levantarse por la mañana. La molestia se produce tanto por palpación como al ejercitar la articulación. El dolor también puede afectar a las inserciones del tendón en el hueso y aunque en estados iniciales  la molestia desaparece al calentar, en fases más graves persiste y provoca una cojera evidente.

Causas y prevención: suelen tener su origen en una mala técnica de carrera con exceso de taloneo. También se puede deber a correr en exceso sobre superficies duras, a unas zapatillas en mal estado o inadecuadas, al exceso de cuestas en el entrenamiento y a un estiramiento deficiente del propio tendón y de toda la musculatura de la pantorrilla. El frio después de entrenar, un buen estiramiento y evitar las situaciones descritas son el mejor remedio

Tratamiento: La recuperación de las lesiones originadas por cualquier inflamación necesita cierto nivel de reposo. Como en el caso de la fascitis, el hielo y los inflamatorios son un primer nivel de recuperación, pero si la lesión tiene cierta gravedad el tratamiento con fisioterapia puede ser necesario y ayudar a acortar la recuperación.

Fuente:http://www.zoomnews.es/

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