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Por Karla Martín
karla@sdcorre.com

¿Y quién no ha querido adelgazar algunas libritas en tan sólo una semana? Generalmente esto siempre sucede cuando queremos ir a un hotel, antes de Semana Santa o cuando se acerca el verano; siempre queremos hacer esas famosas “dietas mágicas”. Si bien es cierto que nos pueden hacer perder algunos kilos, pero ¿Qué tan saludables son?

Un consejo muy práctico que nos ofrece la Nutricionista Gabin de Sardoy para darnos cuenta si una dieta es saludable o no, es observar si este régimen alimenticio puede ser sostenido durante un largo período de tiempo o incluso de por vida. La Dra. Gabin, miembro de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas de Argentina, en uno de los artículos de su autoría nos habla de los riesgos que conllevan estos tipos de “dietas milagrosas”. Según la Dra. existen varios tipos de dietas, entre ellas las de un sólo alimento y las dietas disociadas, que van cambiando de alimento por día.

No han sido ni una, ni dos las veces que nos hemos pasado tres y cuatro días comiendo melón. Al cuarto día todo perfecto, nos suben esos jeans como si nada, pero luego nos invade una ansiedad que nos queremos comer una vaca entera! Ese tipo de alimentación puede inducirnos a un cuadro de anemia, ya que no ingerimos los niveles necesarios de hierro ni las vitaminas necesarias para mantener nuestro en buen funcionamiento.

Esa gran ansiedad que sentimos al terminar este tipo de “dieta” es lo que se conoce como el efecto rebote, el cual viene como consecuencia por llevar a nuestro cuerpo al extremo de utilizar sus reservas. Por lo tanto el organismo se ve obligado a almacenar más de la cuenta para cuando vuelva este período de escasez.

Otra de estas dietas extremas, son las cetogénicas o sin hidratos de carbono. Este tipo de dieta es la que te reduce al máximo todo tipo de azúcar, cereales, frutas, lácteos, legumbres, etc. sin limitar las cantidades de grasas y proteínas. Según el Dr. Yago Pérez, Dietista, Nutricionista Deportivo, es cierto que este tipo de dietas te pueden hacer perder peso, pero gran parte de este peso perdido, es de agua y musculatura.

Esto se debe a que, para el organismo metabolizar de forma correcta los hidratos de carbono y almacenarlos como glucógeno, necesita una gran cantidad de agua. Las reservas que tenemos de glucógeno se gastan por la ausencia de los hidratos de carbono. Al convertir este glucógeno en glucosa y utilizarlo debidamente por nuestro cuerpo, se liberan las cantidades de agua almacenada y por ende se pierde peso. Que no es más que las cantidades de agua que teníamos ya almacenadas. Y aquí se origina nuevamente, el efecto rebote.

En general, ambos médicos llegan a la conclusión que estas dietas son desequilibradas y pueden afectar la salud. A pesar de que pueden ayudarte a bajar de peso al instante, los efectos adversos pueden ser peores. Nada mejor para adelgazar que una buena rutina de ejercicios, combinado con una buena alimentación, esta es la fórmula perfecta para mantenerte en un peso estable y sobre todo saludable.

Tal como cita dietista Yago Pérez, “Sólo una dieta equilibrada, controlada y reducida en energía y combinada con ejercicio regular permite adelgazar de forma adecuada”. Además, se aconseja no adelgazar nunca más de 1 kg por semana para mantener un equilibrio en la pérdida de peso.

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